Han pasado más de mil años desde que mi inocencia se quebró. Se me rompieron mis sueños o los perdí, todavía no lo sé. Con la visión empañada, todo se me torció y me pasé las noches invocando a la oscuridad, exigiendo respuestas a preguntas equivocadas. En las callejuelas de mi mente no dejaba entrar a nadie y encriptaba sin descanso mis pensamientos, de forma que ni yo podía entenderlos. Naufragué en mi propio océano de dudas.
Descubrí la paciencia y la comprensión de un papel en blanco. Vomitaba lo que sentía con tanta ansia, con tanta pasión que me enterré en papeles garabateados. Así podía convertir mis fantasmas en algo más manejable, algo externo a mí a lo que poder enfrentarme, algo que pudiera moldear con mis manos.
Comencé a escribir porque me devoraba la locura. Comencé a escribir porque no encontré otra manera de gritarle al mundo o a ese dios absurdo que juega con nuestras vidas todo lo que sentía. Comencé a escribir porque si no lo hacía me faltaba el aire. Fue una obsesión que me atrapó y en la que todavía sigo enredada.
Sigo escribiendo porque mis heridas no están aún cerradas, porque mis fantasmas me siguen rondando en lo oscuro.
Sigo escribiendo porque temo lo que vendrá si me detengo.
Descubrí la paciencia y la comprensión de un papel en blanco. Vomitaba lo que sentía con tanta ansia, con tanta pasión que me enterré en papeles garabateados. Así podía convertir mis fantasmas en algo más manejable, algo externo a mí a lo que poder enfrentarme, algo que pudiera moldear con mis manos.
Comencé a escribir porque me devoraba la locura. Comencé a escribir porque no encontré otra manera de gritarle al mundo o a ese dios absurdo que juega con nuestras vidas todo lo que sentía. Comencé a escribir porque si no lo hacía me faltaba el aire. Fue una obsesión que me atrapó y en la que todavía sigo enredada.
Sigo escribiendo porque mis heridas no están aún cerradas, porque mis fantasmas me siguen rondando en lo oscuro.
Sigo escribiendo porque temo lo que vendrá si me detengo.
5 comentarios:
¡Qué bonito, Casandra! Como escribas siempre así de bien te voy a leer todos los días, jeje. Un besote. Víctor.
yo no sabia que escribias, yo hace muchos años que escribo, parece que cuando plasmas tus miedos, lo que te angustia, lo que te consume por dentro, en un papel, es como si por un instante lo dejaras alli, todo eso te saliera de dentro y se quedara en esa hoja en blanco y (por lo menos a mi) me liberara un poco, es como si pudieras respiras mas profundamente y desapareciera la presion, el vacio que sientes en el pecho.
supongo que a veces la gente recurre a las mismas tecnicas que tu, sera que funciona, ¿no?
si no pongo mi nombre... no vas a saber quien ha escrito la txapa de arriba, soy Mireia, besitoooosss y tequilaaa
Animo k6. Sigue con el blog. De momento me parece muy interesante. Me has dejado super intrigado y desconocía que te dedicabas a escribir. Prometo ser un seguidor fiel.
Ya no hace falta RAE?
Te queremos por cosas como estas.
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